Ruscus en la mejoría de las piernas cansada

Sabías que…

Es habitual el empeoramiento de los problemas circulatorios durante el verano. El aumento de temperatura, característico de esta estación, y la tendencia a pasar mayor número de horas de pie son factores que perjudican este tipo de alteraciones.

 

¿Qué es la circulación sanguínea?

La circulación sanguínea es el recorrido que hace la sangre por todo nuestro cuerpo. El corazón es el órgano encargado de impulsar la sangre, las arterias la transportan desde el corazón hasta los tejidos y las venas son las responsables de devolverla al corazón (1).

Para que la sangre pueda fluir nuevamente hacia el corazón, las venas cuentan con unas válvulas que se cierran por efecto de la gravedad e impiden el retorno. También la musculatura favorece la comprensión de las venas y contribuye a esta circulación. En ocasiones aparece un fallo en estas válvula y, por consiguiente, un retroceso de la sangre, que se denomina insuficiencia venosa. Como consecuencia de esta insuficiencia y del aumento de presión que genera, se puede desencadenar una dilatación de las venas (varices) y un traspaso del líquido hacia los tejidos cercanos (hinchazón). Aunque este suceso puede producirse en cualquier parte del organismo, suele ocurrir fundamentalmente en las extremidades inferiores (1,2,3).

La insuficiencia venosa puede convertirse en una enfermedad crónica y tiene diferentes niveles de gravedad: inicialmente aparece el síndrome de piernas inquietas, a continuación se observan las arañas vasculares seguidas de las varices, continúa con hinchazón de la pierna o el tobillo, posteriormente se producen alteraciones de la piel y en los últimos estadios generan úlceras cicatrizadas y úlceras activas (1).

 

Síndrome de piernas cansadas

Es una afección vascular que afecta al 20-30% de la población, aunque es cinco veces más prevalente en mujeres. Además, incrementa con la edad llegando a afectar al 50% de las personas mayores de 50 años (2).

Los síntomas que presenta son: dolor, que empeora con el calor y al estar de pie, pesadez, hinchazón de los tobillos, hormigueo, picor, sensación de quemazón, calambres musculares, sensación de adormecimiento de las piernas y con el tiempo aparecen arañas vasculares y varices (1,2).

Las causas que lo producen son de dos tipos (1,2,3):

• No modificable como: la edad, la predisposición genética, enfermedades circulatorias previas o el estado hormonal.
• Modificables como: pasar demasiado tiempo de pie, el sedentarismo, la exposición continuada al sol o al calor, el sobrepeso o la obesidad, el estreñimiento, la ropa ajustada, el embarazo o las terapias hormonales, como anticonceptivos orales y terapias hormonales sustitutivas (1,2).

 

Las medidas preventivas recomendables incluyen (1,2,3):

1. Hacer ejercicio físico, especialmente nadar o montar en bicicleta ayudan a mejorar la circulación.
2. Evitar estar quieto demasiado tiempo, ya sea de pie o sentado. Es recomendable hacer algunos movimientos como flexionar los músculos de la pantorrilla, ponerse de puntillas, etc.
3. Hacer descansos con las piernas en alto.
4. Dormir con las piernas ligeramente más altas.
5. Las duchas de agua fría antes de dormir, así como masajear la zona con las piernas en alto puede ser beneficioso para la circulación.
6. Evitar el sobrepeso y el estreñimiento.
7. No usar roja ajustada y usar calzado cómodo.

 

Fitoterapia

En fitoterapia encontramos plantas medicinales que mejoran la circulación sanguínea y cuyo uso es recomendable junto a las medidas preventivas. Una de las plantas que mayor interés tiene sobre los problemas circulatorios es el ruscus (4).

El ruscus se denomina científicamente como Ruscus aculeatus y comúnmente como acebo menor. Es una planta perenne perteneciente a la familia Asparagaceae y originaria del continente euroasiático. Este vegetal es de interés terapéutico por su rizoma que, según la Farmacopea Europea, es la parte subterránea desecada, entera o fragmentada. El ruscus es de interés medicinal por sus propiedades antiedematosa, antiinflamatorias y venotónicas. Entre sus componentes más destacados se encuentran los saponósidos: ruscogenina y neo-ruscogenina, las sales de potasio y los flavonoides: rutósido y hesperidósido. Los saponósidos son los responsables de su acción antiinflamatoria y venotónica, mientras que la rutina o rutósido es un flavonoide que colabora en la disminución de la permeabilidad de los vasos así como en el aumento de su resistencia. ESCOP y EMA la aprueban para los trastornos venosos leves como: piernas cansadas, porque induce la contracción de las venas y ayuda a la circulación de la sangre. Además reduce el edema y la inflamación (1,4,5).

 

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Referencias:

1. Paré Vidal, A. (2022). XVIII Curso online de atención farmacéutica. Tema 6: Sistema circulatorio. El farmacéutico: profesión y cultura, 2022(610), 47-52. https://www.elfarmaceutico.es/uploads/s1/14/20/74/ef-610-curso-fitoterapia-tema-06.pdf
2. Guía práctica para prevenir y tratar el síndrome de piernas cansadas. SEFAC Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria. Disponible en: https://www.sefac.org/sites/default/files/2017-11/Sind__piernas_cansadas.pdf [Acceso: 06/06/2024]
3. Piera Fernández, M. (2002). Piernas cansadas. Atención especial. Farmacia profesional (Internet), 16(9), 96–99. https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-piernas-cansadas-atencion-especial-13038247
4. Vanaclocha, B. & Cañigueral, S. (Eds). (2019). Fitoterapia, Vademécum de Prescripción. Elsevier.
5. Consejo General de Colegios Farmacéuticos. (14 de Abril de 2021). Rusco, cuándo y cómo tomarlo – Tu Farmacéutico Informa – #PlantasMedicinales [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=nWtJ0P7B5_g