Día Mundial del Corazón

Sabías que…

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Alrededor de 17,9 millones de personas mueren al año por esta causa y se espera su aumento a 23 millones para 2030 (1). En 2020 en España fallecieron de enfermedades cardiovasculares 119.853 personas, siendo las zonas más afectadas: Ceuta, Melilla, Andalucía, Murcia, Extremadura, Valencia, Asturias, Canarias y Castilla La Mancha (2).

El día de la Salud del Corazón es un día elegido para informar a la población sobre estos valores alarmantes y concienciar sobre la importancia del cuidado del corazón, el motor de nuestro cuerpo, y enseñar cómo hacerlo. Pequeños cambios en nuestro estilo de vida pueden tener un gran impacto en la salud de nuestro corazón.

 

Factores de riesgo cardiovascular

Existen una serie de situaciones que se relacionan con una mayor posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular. Conocer estos factores es importante para poder evitarlos y poder mejorar nuestro bienestar cardiovascular. Son (3):

  1. La presión arterial alta consiste en un aumento de la resistencia de los vasos al recibir la sangre del corazón. Cuando esto sucede, el corazón realiza un sobreesfuerzo para poder enviar la sangre a todo el organismo, y si sucede de forma continuada, termina produciendo un aumento de la musculatura del corazón, denominada hipertrofia ventricular izquierda, que puede provocar angina de pecho o insuficiencia coronaria.
  2. El colesterol es una molécula que se encuentra en nuestro organismo formando parte de él y tiene importantes funciones biológicas. Su transporte se realiza del hígado a los tejidos mediante las LDL (colesterol malo) y viceversa por las HDL (colesterol bueno). Sin embargo, los niveles aumentados de las LDL se asocian con un aumento del riesgo de aterosclerosis e infarto, por ello es conocida como el colesterol malo.
  3. El tabaco es un factor de gran impacto, ya que produce tres veces más riesgo de padecer enfermedad cardiovascular y reducir su consumo a penas disminuye este riesgo. Su peligrosidad radica en dos sustancias: la nicotina y el monóxido de carbono, que contribuyen a la aparición de isquemia coronaria. La primera, provoca daño en la pared arterial, aumenta el colesterol, altera la coagulación y produce espasmos coronarios. El segundo, aumenta la formación de coágulos y reduce el oxígeno recibido por el musculo cardíaco.
  4. La obesidad es otro factor importante. La grasa se puede distribuir en el organismo de diferente manera, siendo la acumulada en el abdomen la que mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular presenta. Además, afecta al metabolismo: favoreciendo la aparición de enfermedades como la diabetes o la gota, y puede desencadenar la acumulación de grasa en otros órganos vitales. Las personas obesas tienden a padecer también hipertensión, lo que aumenta el riesgo.
  5. El sedentarismo es uno de los factores de riesgo de más impacto en las enfermedades cardiovasculares. No solo por el daño que produce en sí mismo, sino porque acentúa otros factores como: obesidad, hipertensión o colesterol. Existe una asociación directa entre el sedentarismo y la mortalidad cardiovascular, pero es modificable con la introducción de hábitos deportivos en la rutina diaria.
  6. El estrés y la salud emocional parece estar relacionada con las enfermedades cardiovasculares según algunos estudios.

 

Alrededor del 60% de la población española presentaba al menos dos factores de riesgo cardiovasculares en 2021 y se representa en la imagen incluida a continuación:

 

Datos extraídos de la Encuesta de Salud de la Fundación Española del Corazón (ESFEC) 2021 realizada con la colaboración de SigmaDos. https://fundaciondelcorazon.com/prensa/notas-de-prensa/3756-casi-el-60-de-los-espanoles-tiene-dos-o-mas-factores-de-riesgo-cardiovascular.html

 

Prevención de enfermedades cardiovasculares

Existen varios hábitos fundamentales que pueden incluirse en la vida diaria y contribuyen enormemente a la reducción de los factores, y con ello, al riesgo de enfermedades cardiovasculares. Estos hábitos son (3):

Dejar de fumar.

-Llevar una alimentación equilibrada es fundamental porque ayuda a disminuir la obesidad, el colesterol y la hipertensión. La dieta mediterránea es especialmente beneficiosa en estas patologías, ya que favorece la ingesta de grasas mono y poliinsaturadas provenientes del aceite de oliva, pescado y semillas, que contribuyen a reducir el colesterol. Además, el aceite de oliva tiene un papel importante en la dieta, debido a su capacidad de reducir la mortalidad y las enfermedades cardiovasculares, según importantes estudios. Otras medidas a tomar en la dieta es restringir el consumo de postres, precocinados o grasas perjudiciales para la salud, y también, reducir o eliminar el consumo de sal, en particular para población hipertensa o con insuficiencia cardíaca.

Hacer ejercicio físico es la única forma de combatir el sedentarismo y se recomienda realizar 30 minutos todos los días. El deporte es fundamental porque favorece la pérdida de peso y disminuye la obesidad, así como a mejorar el funcionamiento cardíaco y pulmonar. Además, contribuye a la reducción de la hipertensión y del colesterol LDL, así como al aumento del HDL y a controlar la glucemia. El deporte también es beneficioso para reducir el estrés, lo que puede facilitar dejar de fumar. Si lleva mucho tiempo sin hacer deporte consulte con el médico la actividad que más se adapta a su situación actual.

 

Prevención mediante fitoterapia

-Incluir la ingesta de suplementos alimenticios a base de plantas en nuestra rutina también es una buena manera de cuidar la salud de nuestro corazón. Desde Laboratorio Macoesa te recomendamos algunas plantas medicinales de nuestra gama Herbofarma que mejoran el funcionamiento del corazón y previenen algunos de estos factores de riesgo.

 

Espino blanco

El espino blanco es la planta por excelencia recomendada para la salud del corazón. Las partes empleadas en fitoterapia según la Farmacopea Europea son las flores y las hojas por sus propiedades cardiotónicas, antiarrítmicas y cardioprotectoras, relacionadas con una potente acción antioxidante. Según un estudio, su alto contenido en polifenoles, especialmente flavonoides como la quercetina, y proantocianidinas son los responsables de esta acción. En este estudio se atribuía a las proantocianidinas la capacidad de disminuir el estrés oxidativo del corazón y la apoptosis (4,5).

El mecanismo por el que actúa el espino blanco se continúa investigando pero destaca la actuación que tiene sobre la Na+/K+ ATPasa, que favorece el transporte de calcio al interior del cardiomiocito y contribuye al aumento de sus niveles intracelulares, ayudando a modular la contracción cardíaca (4,6). Además, esta planta también parece ser capaz de inducir la vasorrelajación y, a largo plazo, mejorar la disfunción de los vasos sanguíneos y reducir de los niveles de colesterol (4).

Actualmente el espino blanco está indicado por ESCOP en insuficiencia cardíaca de grado II, porque aumenta la fuerza de contracción cardíaca, prolonga el periodo refractario, disminuye la excitabilidad y aumenta la velocidad de conducción del corazón. Además, demostró mejorar la tolerancia al ejercicio en estos pacientes (5).

Por su acción tranquilizante, también está reconocido por EMA para alteraciones cardíacas temporales secundarios a cuadros nerviosos, porque mejora las funciones cardíacas y relaja (5).

El espino blanco se puede administrar en infusión, añadiendo una cucharada de la planta en una taza e infundiendo 15 minutos, y se toma 2 o 3 veces al día.

 

Olivo

El olivo es una planta de gran interés en las enfermedades cardiovasculares porque, como ya se ha mencionado con anterioridad, el consumo de su aceite en la dieta tiene un impacto muy positivo para la salud cardíaca. Sin embargo, no es esta la única forma de aprovechar sus propiedades.

Las hojas de olivo están reconocidas por EMA para el alivio de la hipertensión leve o moderada en infusión o decocción, gracias las propiedades antihipertensivas y diuréticas que posee, muy posiblemente relacionadas con su contenido en oleoeuropeósido y otros polifenoles. Su eficacia es similar a la del Captopril (medicamento para la hipertensión) en pacientes hipertensos de grado 1, según un estudio (7) que demostró su capacidad de disminuir la presión sistólica y diastólica, además de mejorar el perfil lipídico reduciendo los niveles de colesterol total, LDL y trigicéridos.

El olivo también ha demostrado tener efecto hipoglucemiante en estudios clínicos, y, efecto vasodilatador coronario y antiarrítmico, in vitro. La suma de todas estas propiedades hacen del olivo una planta ideal para la reducción del riesgo cardiovascular.

Se prepara añadiendo una cucharada de las hojas troceadas en una taza e infundiendo durante 10 minutos, y, se puede administrar 3 o 4 veces al día antes de las comidas (5).

Además, Herbofarma es una gama de plantas medicinales simples y troceadas que se conservan envasadas al vacío en atmósfera inerte, para garantizar una esterilización completa y una mejor conservación de sus propiedades. Por lo que cuida de tu salud en las mejores condiciones posibles. Si te animas a probarla, pregunta en tu farmacia.

Referencias:

  1. Fundación Española del Corazón. (s. f.). Día Mundial del Corazón 2024. https://fundaciondelcorazon.com/actualidad/dia-mundial-del-corazon/4037-dia-mundial-del-corazon-2024.html
  2. Sociedad Española de Cardiología. (2021, noviembre 25). Mortalidad cardiovascular en España en 2020. https://secardiologia.es/publicaciones/infografias/13105-mortalidad-cardiovascular-en-espana-en-2020
  3. Fundación Española del Corazón. (s. f.). Factores de riesgo. https://fundaciondelcorazon.com/prevencion/riesgo-cardiovascular.html
  4. Martinelli, F., Perrone, A., Yousefi, S., Papini, A., Castiglione, S., Guarino, F., Cicatelli, A., Aelaei, M., Arad, N., Gholami, M., & Salami, S. (2021). Botanical, phytochemical, anti-microbial and pharmaceutical characteristics of hawthorn (Crataegus monogyna Jacq.), Rosaceae. Molecules (Basel, Switzerland)26(23), 7266. https://doi.org/10.3390/molecules26237266
  5. Vanaclocha, B. & Cañigueral, S. (Eds). (2019). Fitoterapia, Vademécum de Prescripción. Elsevier.
  6. Rodriguez, M. E., Poindexter, B. J., Bick, R. J., & Dasgupta, A. (2008). A comparison of the effects of commercially available hawthorn preparations on calcium transients of isolated cardiomyocytes. Journal of Medicinal Food11(4), 680-686. https://doi.org/10.1089/jmf.2008.0080
  7. Susalit, E., Agus, N., Effendi, I., Tjandrawinata, R.R., Nofiarny, D., Perrinjaquet-Moccetti, T. y Verbruggen, M. (2011). Olive (Olea europaea) leaf extract effective in patients with stage-1 hypertension: comparison with Captopril. Phytomedicine,18(4), 251-8. DOI: 10.1016/j.phymed.2010.08.016

 

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