La manzanilla dulce, conocida científicamente como Matricaria chamomilla o Matricaria recutita, es una planta que presenta multitud de propiedades terapéuticas y que ha acompañado a la mujer a lo largo de su vida, ofreciendo beneficios en cada una de las etapas. En la infancia ayuda a aliviar los cólicos del lactante y las alteraciones gastrointestinales. Durante la etapa reproductiva mejora los síntomas premenstruales, de dismenorrea y de amenorrea, pero también es común su uso en caso de vaginitis así como en el alivio de síntomas durante el embarazo y el posparto; además, hay estudios incipientes que indican beneficios en el caso de endometriosis . En la menopausia se utiliza para modular las alteraciones del sueño y el ánimo, para mejorar las alteraciones gastrointestinales y para aumentar la densidad ósea. En la vejez, ayuda a tratar trastornos gastrointestinales, insomnio y lesiones dérmicas.
El cólico del lactante es un problema muy frecuente en recién nacidos, que afecta entorno al 15 – 40% de niños menores de 4 meses a nivel mundial, y se caracteriza por llantos y malestar prolongado. Un remedio tradicional usado para el alivio de estos cólicos es la manzanilla dulce (1). Aunque el mecanismo por el que se produce es desconocido, podría estar relacionado con sus propiedades espasmolíticas y carminativas (2,3).
En el periodo de la infancia es donde se produce el desarrollo del sistema inmunológico, y por ello, los niños son propensos a sufrir diversas enfermedades y trastornos, especialmente a nivel gastrointestinal. La manzanilla dulce alivia en general trastornos digestivos habituales en la infancia como son: flatulencias, náuseas, espasmos leves, etc; gracias a sus acciones carminativas, espasmolíticas, digestivas y antiinflamatorias (3).
La etapa reproductiva en la vida de una mujer se inicia en la pubertad con la aparición de la menstruación y se prolonga gran parte de la visa de la mujer, hasta que deja de tener la menstruación. En esta etapa suelen ocurrir una gran variedad de condiciones y procesos vitales, en los cuales la manzanilla dulce tiene un papel importante.
Según estudios recientes la manzanilla dulce tiene interés en esta situación, ya que ayuda a reducir significativamente los síntomas físicos y psicológicos durante el síndrome premenstrual. En el síndrome premenstrual, la manzanilla es de gran ayuda por diversos motivos. En primer lugar, su acción antiespasmódica ayuda a aliviar el dolor premenstrual. Además, contiene compuestos como: matricina, flavonoides, fitoestrógenos y apigenina; que contribuyen a suprimir el dolor a nivel del sistema nervioso central. En segundo lugar, esta planta presenta un efecto relajante y ansiolítico, debido a moléculas como: la glicina, la apigenina, la luteolina o los flavonoides que contiene, y que han mostrado mejorar síntomas psicológicos del síndrome premenstrual como son la ansiedad, el estrés y la irritabilidad (4,5).
Durante la menstruación, la manzanilla ayuda a aliviar el dolor asociado al sangrado menstrual (dismenorrea) gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, atribuidas a componentes que contiene como: la matricina y el bisabolol (6). Igualmente parece contribuir en la reducción de la mastalgia (dolor o molestia en las mamas) (7) y de los dolorosos calambres menstruales, gracias a su acción espasmolítica (5).
Gracias a su acción emenagoga, la manzanilla dulce es útil en la amenorrea (ausencia de menstruación) al favorecer el flujo sanguíneo uterino.
También es habitual la aparición de vaginitis durante la etapa reproductiva de la mujer. La vaginitis es una inflamación de la vagina y puede ir acompañada de afectación de la vulva (parte externa de los genitales femeninos), por lo que también se conoce como vulvovaginitis. Puede producirse como consecuencia de un desequilibrio en la microbiota vaginal o por una infección transmitida. Cuando la patología no es de gravedad, es posible la utilización de manzanilla dulce como coadyuvante en el alivio de la patología. Según estudios recientes, la manzanilla dulce contiene flavonoides que presentan actividad antifúngica capaz de inhibir diferentes especies de Candida, un hongo responsable de este tipo de infecciones (3,8,9). Además posee bisabolol, un componente de la manzanilla que parece contar con propiedades antibacterianas, de utilidad en las vaginitis causadas por bacterias gracias a esta acción y a que parece ser capaz de alterar las biopelículas de las bacterias, un mecanismo que les confiere a las bacterias resistencia a los antibióticos (8).
La manzanilla dulce tiene una perspectiva de futuro interesante para la endometriosis gracias a un flavonoide de su composición, la crisina, cuyo estudio in vitro ha demostrado disminuir la proliferación y aumentar la apoptosis de células endometriósicas humanas, mientras reduce suavemente la proliferación de células endometriales normales (10).
La manzanilla dulce tiene interés durante el embarazo, ya que posee propiedades beneficiosas para el aparato digestivo y que contribuyen en la mejoría de las molestias gástricas frecuentes durante el embarazo. Además, por su acción relajante suave también alivia el estrés y la ansiedad que se produce a medida que se acerca el parto y al enfrentarse a esta nueva etapa vital.
La manzanilla dulce no suele presentar problemas en el embarazo, sin embargo, se recomienda tomarla con moderación y consultar al médico en caso de situaciones especiales.
Después del parto aparecen una serie de problemas como pueden ser: la depresión posparto o la mastitis.
La manzanilla dulce cuenta con propiedades relajantes suaves, que pueden ser de gran interés en las alteraciones del ánimo que se producen después del parto, reduciendo los síntomas de ansiedad y depresión, así como las alteraciones del sueño.
Además, la mastitis es una inflamación de las glándulas mamarias que se suele producir a los pocos días o semanas después del parto. La manzanilla dulce, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas puede contribuir a la mejora de esta afección. Además, esta mastitis suele ir acompañada de un proceso doloroso en el pecho. Por ello, también la manzanilla es beneficiosa para la mastalgia secundaria a la mastitis.
Si bien englobamos todo en “menopausia”, esta se refiere solo al cese permanente de la menstruación. El periodo que abarca 4-5 años previos (perimenopausia) a este hito y en adelante (posmenopausia) es lo que realmente denominamos climaterio y es la consecuencia de la declinación de las hormonas sexuales en la mujer.
Este periodo de transición entre el fin del periodo reproductivo y la instauración de la fase menopáusica conlleva la aparición de los primeros síntomas asociada a esta como son: los sofocos, sudores nocturnos, insomnio y cambios en el estado de ánimo.
En esta situación ha resultado beneficiosa la manzanilla dulce, ya que por su efecto relajante suave reduce los síntomas de ansiedad generalizada y depresión comórbida con ansiedad (11), así como las alteraciones del sueño, mejorando la calidad y la eficacia del mismo (12).
También es útil por sus propiedades digestivas, ya que puede ayudar a aliviar aquellas alteraciones intestinales secundarias a los cambios de ánimo de esta etapa.
La condición característica de la posmenopausia es la pérdida de la densidad ósea. Existe un estudio que indica que la manzanilla tiene capacidad de estimular la diferenciación y remineralización de las células osteoblásticas, lo que tendría especial relevancia en el aumento de la densidad ósea. Se necesitan más estudios para confirmar esta última propiedad, sin embargo, es una interesante línea de investigación (13).
La vejez es una etapa natural de la vida donde comienza a acentuarse el deterioro gradual de las capacidades físicas y psicológicas, lo que conlleva una mayor disposición al desarrollo de enfermedades y lesiones. La coexistencia entre estas patologías y su medicación correspondiente, supone un aumento de posibilidad de interacción entre dichos medicamentos. En este contexto es de especial interés el uso de la fitoterapia, concretamente el de la manzanilla dulce, que mejora síntomas leves de patologías frecuentes en esta etapa como son: el insomnio, las alteraciones gastrointestinales o la alteraciones dermatológicas, sin producir interacciones con la medicación.
Con la edad, el aparato digestivo ve reducidas sus facultades lo que desencadena más problemas gastrointestinales. Para aliviar esta situación es útil la manzanilla dulce, conocida tradicionalmente por su capacidad de mejorar las digestiones pesadas, flatulencias, náuseas, etc; gracias al efecto espasmolítico, antiulceroso, digestivo y carminativo que posee.
También los problemas de sueño se van incrementando en esta etapa, ya que a medida que envejecemos se hace cada vez más difícil conciliar el sueño y que este sea de calidad. La manzanilla dulce, por las propiedades relajantes que presenta, es capaz de ayudar en los problemas de insomnio (1).
Además, con el tiempo también la piel se vuelve más delgada y frágil, tendiendo a sufrir heridas o irritaciones. Las propiedades cicatrizantes y antiiflamatorias de la manzanilla pueden ser útiles en su aplicación tópica para mejorar estas alteraciones dermatológicas superficiales (1,3,14).
Referencias:
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